Ante el recién cumplido primer aniversario de la publicación de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” ha realizado una evaluación bastante negativa sobre su aplicación efectiva, tanto en el estado español como en Jerez de la Frontera, siendo su incidencia en toda la comarca prácticamente nula. Del mismo modo, esta Asociación de recuperación de la memoria histórica y social de nuestro entorno, que lleva a sus espaldas un trabajo pionero sobre las atrocidades realizadas por los golpistas de julio de 1936 en esta zona de la provincia de Cádiz, ha subrayado la poca importancia que se está dando desde diferentes ámbitos a la preservación de los derechos humanos, tanto en España en general como en Jerez de la Frontera en particular, al quererse justificar no sólo la permanencia de la simbología y nomenclátor golpistas de los lugares públicos, sino también la sombría memoria de unos individuos que, aparte de haber ejercido cargos importantes en el entramado genocida del régimen dictatorial de Francisco Franco, también se dedicaron a alentar, aplaudir e, incluso, a participar en muchos casos y activamente en la represión llevada a cabo desde los inicios del golpe de estado de julio de 1936.
De este modo, y tras el peligroso precedente que se ha asentado en contra de la protección de los derechos humanos en el estado español -especialmente como consecuencia de la inhibición del juez Baltasar Garzón de la causa que él mismo abrió contra los promotores del golpe de estado de julio de 1936, del recurso de apelación directo realizado contra dicha causa por el Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Javier-Alberto Zaragoza Aguado y de la resolución final del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, declarando incompetente a aquel juez para investigar los crímenes que derivaron del golpe de estado-, la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” reconoce que hasta la fecha, y tras un período de ocho meses desde la creación de la Comisión de Seguimiento y Valoración de la Simbología y Nomenclátor relativo a la Guerra Civil y a la Dictadura del Régimen de Franco, poco se ha hecho también por la defensa de los derechos humanos en la Comarca de Jerez de la Frontera, en cuanto a que todavía se está poniendo en duda, por parte de algunos miembros de dicha Comisión, las propuestas de “Jerez Recuerda” consistiendo éstas simplemente en la aplicación natural de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, especialmente el apartado primero de su artículo 15, que con título “Símbolos y monumentos públicos”, obliga a las Administraciones públicas a que “en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”.
De la misma manera, la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda”, ha observado también cierta ambigüedad por parte de algunos integrantes de la Comisión de Seguimiento y Valoración de la Simbología y Nomenclátor relativo a la Guerra Civil y a la Dictadura del Régimen de Franco quienes prefieren plantear, o tener en cuenta, ciertas cuestiones particulares de índole cultural, o de cualquier otra faceta personal de los individuos colaboradores con el golpismo y con el régimen dictatorial, que la propia participación activa de estos mismos individuos en el engranaje criminal del régimen franquista para justificar así la permanencia de sus nombres en los lugares públicos de la Comarca de Jerez. Eso significa que esta Asociación se negará a aceptar el cambio parcial de las calles cuyos rótulos tengan el nombre de algún genocida o colaborador del régimen dictatorial franquista, aunque les precedan a estos nombres sus particulares facetas como “poeta”, “historiador”, “rejoneador”... y un largo etcétera de aspectos personales no relevantes que servirían sólo para disfrazar la verdadera y principal faceta de dichos personajes: la de represores, instigadores y colaboradores de la causa golpista de 1936.
La Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” afirma por tanto que las propuestas realizadas por esta misma Asociación a la Comisión de Seguimiento y Valoración de la Simbología y Nomenclátor relativo a la Guerra Civil y a la Dictadura del Régimen de Franco son las mismas que las realizadas directamente al Ayuntamiento de Jerez y solicita por tanto que la Junta de Gobierno de dicho Ayuntamiento ponga en marcha un plan de aplicación de la Ley lo antes posible, teniendo en cuenta la información facilitada por nuestra Asociación y no por la de aquellos que intentan convertir una Comisión de Memoria Histórica en un Ateneo Cultural no comprometido con el espíritu que se supone que debe emanar de los valores democráticos que supuestamente representa parte de la Ley 52/2007, por muy poco comprometida que sea en otros aspectos.
Por este motivo, y ante la próxima reunión de esta Comisión que se celebrará el próximo día 14 de enero de 2009, esta Asociación hará saber por enésima vez que mantiene fielmente la idea primera sobre la eliminación total y no parcial de los nombres mencionados en una primera propuesta ampliable y no definitiva, en donde existen calles, avenidas, plazas, monumentos, colegios, motivos decorativos, placas..., además de seguir sosteniendo la idea de revocar todos los títulos honoríficos de alcaldes y personajes del régimen franquista quienes sólo se dedicaron a ensombrecer la imagen de Jerez y su comarca por su participación en el engranaje represor de la dictadura. Del mismo modo, se hace imprescindible la retirada de los cuadros de alcaldes de la etapa franquista existentes en el Ayuntamiento de Jerez y la devolución de los mismos a sus familiares o el depósito de ellos en algún museo para su exhibición pública y didáctica, junto al resto de parafernalias y monumentos existentes en Jerez que exaltan la dictadura, a pesar de las reticencias incomprensibles de quienes tachan esta idea como “verdadero disparate”, cuando en realidad es una buena idea para no olvidar una parte importante de la historia de Jerez, de la misma manera (y salvando las distancias y las características específicas del contexto histórico) que se hizo con los casos de los campos de concentración y de exterminio de Mauthausen y Auschwitz que, al igual que museos, se pueden visitar para conocer in situ los horrores de la dictadura nacionalsocialista.
Por otro lado, nuestra Asociación comprende perfectamente las objeciones contrarias a esta idea por parte de los familiares de estos represores -que se encuadraban normalmente entre aristócratas, militares, falangistas, alcaldes, terratenientes..., o simplemente “franquistas” a secas-, quienes han idealizado a sus familiares por conocer de ellos principalmente sus diferentes facetas de padres, abuelos, amigos..., y quienes no han llegado, o no han querido, analizar seria y objetivamente el papel fundamentalmente represor que ostentaban como gestores de lo que se conoce como "in re publica versari" o, lo que es lo mismo, intervenir en política, y en este caso concreto, política represiva. Pero esta apreciación exclusivamente subjetiva de los familiares de los represores no debería de ser óbice para que se haga cumplir la Ley sin que el Ayuntamiento de Jerez ceda ante las presiones que se están dando de forma organizada desde estos sectores que desvían de forma incoherente la atención de la cuestión con argumentos de índoles económicos y laborales, independientemente de los de sustrato estrictamente familiar e ideológico que ello conlleva.
De la misma manera que argumentamos razonadamente nuestras propuestas, y rechazamos categóricamente que estas medidas son un “intento de borrar la historia” ya que hemos indicado con anterioridad la idea de crear un museo de los horrores del golpismo y la dictadura -con el fin de evitar algo parecido a la censura, la quema de libros y documentos y la manipulación de la enseñanza de la historia llevada a cabo durante el período de la dictadura-, también hemos de rebatir esos otros argumentos extemporáneos relacionados con la crisis económica actual y con el alarmante incremento del paro en nuestra comarca. Sin dejar de ser ciertos estos últimos argumentos, nos sorprende que se quiera contaminar las propuestas de nuestra Asociación con otros problemas no específicos del estudio de “Jerez Recuerda”, ya que para ello ya están los sindicatos y los partidos de trabajadores, los cuales deberían abarcar en teoría dicho asunto. Pero debemos de puntualizar que algunos de los socios de la Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” han trabajado específicamente y con anterioridad temas relacionados con la precariedad laboral y la marginación social y nos comunican que cuando se ha llegado a cerrar las bodegas de Jerez, han arrancado las cepas de la vid, han dejado de cultivar la remolacha o el algodón y, como consecuencia, se han cerrado fábricas y se ha desindustrializado la comarca a cambio de subvenciones o beneficios económicos para los dueños de esas empresas, y con el consecuente perjuicio para los trabajadores y trabajadoras que se han quedado en el paro y en la precariedad, no se ha visto ni oído por ningún lado a estos señores ni han buscado tampoco responsables directos de la situación de precariedad estructural que ha existido en Jerez desde hace lustros.
Jerez de la Frontera, a 02 de enero de 2009
ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA JUSTICIA Y LA MEMORIA HISTÓRICA “JEREZ RECUERDA”
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