En una ciudad como Jerez de la Frontera, donde los luctuosos vestigios del pasado fascista son todavía hoy en día un hecho palpable, y en donde hablar libremente del genocidio jerezano como hecho objetivo e histórico es motivo de principio de enfrentamientos dialécticos por parte de aquellos sectores retrógrados e intransigentes de la sociedad jerezana que prefieren ver las cosas como una foto fija y un hecho inamovible, urge que se comience a dejar de dar pasos tímidos y que se avance hacia un futuro sin prejuicios a la hora de decir las cosas por sus nombres.
Es cierto que la ignorancia general promovida por el régimen dictatorial de Franco y sus colaboradores ha sido tan eficaz para los fines que ellos perseguían que incluso algunos de los nombres de estos personajes perduran hoy en día en monumentos y nombres de plazas, calles, colegios, avenidas...; como si fueran ilustres jerezanos que merecen ser dignos de ser recordados por sus múltiples facetas, entre las que se encuentran, claro está, sus relaciones con un régimen fascista y militarista que desde la propia génesis del golpe militar de julio de 1936 estaba prededestinado, por sus características y antecedentes de su propia planificación, a crear el terror en la población civil española.
No es menos cierto empero que hoy en día hay datos suficientes -avalados siempre por estudios, investigaciones, publicaciones, y un largo etcétera de medios didácticos y divulgativos- que han ayudado a demostrar en una infinidad de ocasiones que el entramado franquista no era menos malo y más humano que el hitleriano o el mussoliniano, tal y como se ha querido presentar a veces al fenómeno fascista español, y su matrimonio histórico incondicional con la jerarquía de la Iglesia Católica, para minimizar la crueldad con la que funcionó en aquellas zonas de retaguardia u ocupación durante el período 36-39 del siglo pasado y, también, en todo el resto de España a partir de la finalización oficial de la llamada “Guerra Civil Española”.
No es menos cierto empero que hoy en día hay datos suficientes -avalados siempre por estudios, investigaciones, publicaciones, y un largo etcétera de medios didácticos y divulgativos- que han ayudado a demostrar en una infinidad de ocasiones que el entramado franquista no era menos malo y más humano que el hitleriano o el mussoliniano, tal y como se ha querido presentar a veces al fenómeno fascista español, y su matrimonio histórico incondicional con la jerarquía de la Iglesia Católica, para minimizar la crueldad con la que funcionó en aquellas zonas de retaguardia u ocupación durante el período 36-39 del siglo pasado y, también, en todo el resto de España a partir de la finalización oficial de la llamada “Guerra Civil Española”.
Por este motivo, no deja de sorprendernos la abundancia de simbología fascista que permanece en nuestra ciudad y que se permite oficialmente, a pesar de existir una ley que –aun no siendo todo lo comprometida que desearíamos- obliga a las instituciones a eliminarla del callejero jerezano. De la misma manera podríamos pronunciarnos sobre muchos otros aspectos que desearíamos tratar, y trataremos, en otro momento y con más dedicación para seguir intentando crear un debate necesario, sin trabas, sin complejos y sin prejuicios.
Por ello, vemos con naturalidad que la sociedad jerezana llegue gradualmente a desembarazarse de la pesada losa que le oprime como un incómodo lastre de una falsa raigambre que ha enturbiado la realidad histórica para ensalzar a una minoría de privilegiados a costa de miles de personas represaliadas de diversas formas y de cientos de seres humanos asesinados a los que les debemos todavía un sincero y merecido homenaje fuera de todo interés político o electoralista, aunque el hecho en sí pueda estar relacionado con fuertes ligazones sociales e ideológicas.
Por nuestra parte, e independientemente de los trabajos particulares de l@s soci@s investigadores de Jerez Recuerda y demás actividades paralelas nuestras, hemos considerado que las Jornadas de Memoria Histórica de la Ciudad de Jerez que nuestra Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” tomó como resolución organizar periódicamente, están enmarcadas en esa deuda que como asociación y como personas hemos contraído con las víctimas del fascismo, además de hacer cumplir nuestro compromiso consistente en dar continuidad a las I Jornadas de Memoria Histórica que organizamos en octubre de 2006.
Tenemos la obligación, por tanto, de informar a todas las amigas y amigos de Jerez Recuerda, así como a la ciudadanía en general que, aunque en sus orígenes estas II Jornadas se iban a realizar a finales de este mes de marzo, razones técnicas nos han hecho emplazarlas a finales del mes de abril de 2008. Sabemos que la diferencia de un mes no es mucha, pero también somos conscientes de las molestias que este cambio de fecha ha podido causar a más de un colaborador nuestro. Por este motivo hemos visto necesario la rectificación pública y las disculpas por el trastorno que esto ha podido suponer en los planes de no pocas personas.
No obstante, sirva esta nota para volver a invitar a todas las amigas y todos los amigos de Jerez Recuerda, y a toda la ciudadanía en general, a dichas Jornadas cuya información será ampliada públicamente más adelante.
Por nuestra parte, e independientemente de los trabajos particulares de l@s soci@s investigadores de Jerez Recuerda y demás actividades paralelas nuestras, hemos considerado que las Jornadas de Memoria Histórica de la Ciudad de Jerez que nuestra Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” tomó como resolución organizar periódicamente, están enmarcadas en esa deuda que como asociación y como personas hemos contraído con las víctimas del fascismo, además de hacer cumplir nuestro compromiso consistente en dar continuidad a las I Jornadas de Memoria Histórica que organizamos en octubre de 2006.
Tenemos la obligación, por tanto, de informar a todas las amigas y amigos de Jerez Recuerda, así como a la ciudadanía en general que, aunque en sus orígenes estas II Jornadas se iban a realizar a finales de este mes de marzo, razones técnicas nos han hecho emplazarlas a finales del mes de abril de 2008. Sabemos que la diferencia de un mes no es mucha, pero también somos conscientes de las molestias que este cambio de fecha ha podido causar a más de un colaborador nuestro. Por este motivo hemos visto necesario la rectificación pública y las disculpas por el trastorno que esto ha podido suponer en los planes de no pocas personas.
No obstante, sirva esta nota para volver a invitar a todas las amigas y todos los amigos de Jerez Recuerda, y a toda la ciudadanía en general, a dichas Jornadas cuya información será ampliada públicamente más adelante.
Jerez de la Frontera, a 27 de marzo de 2008
Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda”
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