miércoles, 7 de agosto de 2024

CRÓNICA DEL HOMENAJE REALIZADO POR LA C.N.T. - A.I.T. A LAS PERSONAS REPRESALIADAS DE ORIGEN ANARQUISTA Y ANARCOSINDICALISTA EN CHICLANA DE LA FRONTERA.

 


LOS ASISTENTES PUDIMOS RECORDAR A ESTAS PERSONAS EN UN ACTO ORGANIZADO POR LOS INTERNACIONALISTAS DE LA C.N.T. DE DICHA LOCALIDAD.


El pasado 20 de julio, miembros de nuestra Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica “Jerez Recuerda” tuvimos la ocasión de desplazarnos hasta la localidad gaditana de Chiclana de la Frontera para mostrar nuestro respeto hacia las víctimas, sus familiares y afectados por la represión golpista de julio de 1936, así como nuestro apoyo a este evento en unas fechas tan señaladas como fue el octogésimo octavo aniversario del golpe de estado y del comienzo de la represión en dicha localidad.

No es la primera vez que este tipo de homenajes se dan en esta localidad de la Bahía de Cádiz, donde sindicalistas e internaciona -

listas de la C.N.T. - A.I.T de la Provincia se dan cita en el Cementerio de San Juan Bautista junto con familiares de afectados y memorialistas de diferentes procedencias. Y tampoco es casualidad que el análisis histórico que se dio en ese momento con la lectura de un comunicado explicando los hechos históricos acaecidos distanciaran mucho de la realidad de otras poblaciones de Andalucía.


Activistas, militantes y memorialistas como Benito, Leonor o Rafael, hicieron referencia a estos hechos históricos en los que “se puso en marcha un aparato de persecución, represión y muerte contra los 'vencidos', que traspasó las fronteras del estado español, con el exilio forzoso de miles de combatientes y sus familias, y cuando no, miles de ellos, terminaron sus vidas en los campos de exterminio nazis y cárceles fascistas de toda Europa...”.

Fue importante el énfasis que se puso en el tipo de violencia utilizada por quienes apoyaron el golpe militar en la localidad, siguiendo directrices como las del General Queipo de Llano, e instaurando un “régimen de terror” y una serie de “encarcelamientos y juicios sumarísimos” como herramienta para poner en funcionamiento los pelotones de fusilamiento en las ejecuciones de las víctimas que fueron arrojadas “a la fosa común o al pie de las cunetas...”, a pesar de que en la zona “no hubo guerra”


El acto también sirvió para realizar una crítica de la actual situación política y de sectores de la sociedad que expresan públicamente la voluntad de hacer una “desmemoria histórica para hacerla memoria” del mismo modo que se ha hecho en el pasado, y se sigue haciendo en el presente, con la negación de la identidad anarquista de las organizaciones y movimientos históricos del anarquismo español, como C.N.T.-A.I.T., F.A.I., Mujeres Libres (MM.LL.) y Juventudes Libertarias (JJ.LL.)...


A continuación, transcribimos parte del Comunicado leído el pasado 20 de julio:


(...) Como todos sabemos, en Chiclana las tropas franquistas llegaron el día 20 de Julio de 1936... Aquí no hubo resistencia armada, aquí nadie murió en un campo de batalla, aquí no hubo dos bandos enfrentados, aquí no fue necesario pegar un solo tiro para someter a la población bajo la dominación fascista; aquí sólo hubo perseguidos y perseguidores, asesinos y asesinados. Cuando llegaron los fascistas comenzó la caza del hombre por el hombre. La sangre salpicó las paredes del cementerio y de los muros de fusilamientos; la sangre de hombres y mujeres inocentes que no habían hecho daño, ni suponían un peligro para nadie.  El único delito que a algunos se les podía imputar es ser de ideas progresistas y soñar con un mundo sin explotación y sin miserias, o pertenecer a algún partido de izquierdas o sindicato, o simplemente simpatizar con ellos, o incluso por su condición sexual.


Los sublevados llegan a Chiclana, que es considerada por estos como territorio enemigo, y de inmediato comienza una cruel represión con la complicidad y colaboración de sus partidarios de la localidad, terratenientes y falangistas. La violencia que se ejerce no era necesaria, pues no hubo resistencia ni capacidad para defenderse ante las tropas nacionalistas; poco podían hacer los trabajadores y las autoridades republicanas ante la fuerza destructora y criminal de los fascistas, por lo que la mayoría optó por esconderse.


Durante dos semanas la ciudad quedó incomunicada; patrullas militares vigilaban las salidas; pronto comenzó los registros y las detenciones, y cuando no localizaban a alguien detenían a sus mujeres o a sus hijos. En la memoria de muchos chiclaneros quedaron grabados para siempre algunos nombres de lugares donde se fusilaron a muchos chiclaneros: El Pino Gordo, El Polvero, El Arroyo del Toro, La Alcantarilla del Águila o este mismo lugar donde estamos ahora, el Cementerio de San Juan Bautista, donde fueron ejecutados y enterrados muchos chiclaneros y otros detenidos de pueblos cercanos.


Los fascistas, en su afán de sembrar el terror, actuaron como bestias sanguinarias. Pero no vayamos a creer que aquello fue consecuencia de un estado de desorden o descontrol, no... Aquello fue la realización de un plan brutal, bien estudiado y llevado a cabo sin ningún tipo de escrúpulos, como podemos describir en las órdenes del General Queipo de Llano, que desde la radio de Sevilla animaba a los sublevados con estas palabras que textualmente decían:


<<Estamos decididos a aplicar la ley con firmeza: Morón, Utrera, Puente Genil, Castro del Río... Id preparando sepulturas. Yo os autorizo a matar como a un perro cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros que, si lo hicierais así, quedaréis exentos de toda responsabilidad. A Arahal fue enviada una columna formada por elementos del Tercio y Regulares que han hecho allí una matanza espantosa. El 25 del mismo mes lo acabo de arreglar... ¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para callar a esos idiotas. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que cuando se tropiecen a uno de esos sujetos, lo callen de un tiro, o me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré. Nuestros valientes Legionarios y Regulares han enseñado a los cobardes de los rojos lo que significa ser hombre. Y de paso, también a las mujeres, después de todo estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ahora al menos sabrán lo que son los hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen. Ya conocerán mi sistema: por cada uno de orden que caiga, yo mataré a diez, y a los dirigentes que huyan, no crean que se librarán con ello, les sacaré de debajo de la tierra si hace falta, y si están muertos los volveré a matar...>>.


Estas fueron las terribles palabras de esa bestia negra del fascismo.


Hay quienes recurren al argumento que tiende a justificar la sublevación militar, atribuyendo las mismas atrocidades a un bando que a otro, y la misma responsabilidad en el comienzo del conflicto, algo que es absolutamente falso. También tenemos que decir a quienes opinan que habría que homenajear a todos juntos -los de un bando como a los del otro- que sería una indignidad homenajear a las víctimas junto con sus verdugos y que los que ganaron la guerra han tenido mas de cuarenta años para laurear y ensalzar a los suyos.


Ahora toca recordar a las víctimas, a los olvidados, a quienes sufrieron el desprecio y la humillación, y aún hoy permanecen enterrados en alguna fosa común sin localizar ni identificar, sin lápidas ni epitafios, ninguna tumba donde poder llorar o depositar unas flores en su recuerdo.


La Historia y la sociedad española tienen una deuda pendiente con aquellos hombres y mujeres que tanto padecieron, y acabar de una vez por toda con esta tremenda injusticia, porque el olvido puede llegar a ser tan cruel como la propia muerte; porque una sociedad no puede considerarse totalmente democrática si se basa en el silencio y el olvido de su historia; porque la paz no se puede sustentar en el olvido, ni la justicia en la revancha...


Que todo el mundo sepamos sus nombres, sus ideas... En una palabra, dignificarlos. Que los familiares puedan saber dónde están sus restos y darles digna sepultura.


A algunos, esto les parece revanchismo, o querer remover el pasado... Nada más lejos de la realidad. Ellos sí que tuvieron cuarenta años de revanchismo, ensalzando a los suyos, a los verdugos, a los héroes de la 'cruzada nacional'; pusieron sus nombres y sus signos en las calles para recordarnos constantemente a todos los españoles que habían vencido. Algunos incluso canonizados, elevados a los altares...


A los niños, en las escuelas, se les inculcaba la moral fascista, y se les obligaba a cantar sus himnos, y se les sometía constantemente a todo tipo de castigos físicos y psicológicos; a muchas mujeres se les cortaba el pelo, se les daba aceite de ricino y se las exhibía en público: aquí, en Chiclana, se las llevaba a la puerta de la plaza... Eso sí que era revanchismo.


Queremos recuperar sus vidas, sus nombres... Que la sociedad sepa que existieron, que tenían familia, que tenían sus sueños y sus esperanzas, y que murieron injustamente.

 

 

Hay que recordar, se lo debemos... Por ellos, por nosotros mismos, por nuestros hijos; porque ellos heredarán el mundo que nosotros dejemos, para que este mundo sea libre y todos podamos expresarnos sin que nadie se tenga que callar por miedo a las represalias; porque un pueblo sin memoria es un pueblo perdido, sin rumbo, sin identidad y sin futuro. Debemos recordar para que no se repitan los mismos errores; para construir un mundo mejor, basado en la libertad y en el respeto mutuo; para el bien, para la justicia, para mantener viva la esperanza...


Chiclana, 20 de julio de 2024

 

 

Fuente:

C.N.T. - A.I.T. Chiclana de la Frontera

 

 

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