DESPUÉS DE NUEVE DÍAS DE INTERROGATORIO EN LA CÁRCEL DE JEREZ, SE LO LLEVARON MORIBUNDO PARA FALLECER A LAS POCAS HORAS EN EL HOSPITAL DE SANTA ISABEL.
Tras algún tiempo de ausencia, dejando de generar noticias acerca del escenario memorialista y de defensa de los derechos humanos ante delitos y crímenes relacionados con la apología de la violencia política y del golpismo, nuestro interés en un proceso de vuelta a la normalidad para la publicación de este tipo de contenido se debe, especialmente, al hecho de que este año se cumple el vigésimo aniversario de nuestra constitución como Asociación, desempolvando en esta ocasión una fecha importante, tanto para el panorama cultural jerezano como para la recuperación de nuestra memoria histórica.
Durante este pasado mes de febrero un denso manto de silencio cubrió un triste aniversario que por ahora se resiste a emerger públicamente para mayor vergüenza de las instituciones locales y, también -por qué no decirlo-, de aquellos colectivos y organizaciones que se atribuyen la exclusividad de la recuperación de la memoria histórica en nuestro municipio. Se trata del 61º aniversario de la detención, tortura y asesinato
del escritor jerezano Manuel Moreno Barranco a manos de la Policía
franquista de nuestra ciudad, quien siguió de esta manera la misma suerte que su padre, Manuel Moreno Durán, asesinado en el año 1936 por los golpistas que provocaron posteriormente nuestra lamentable guerra civil.
Hemos querido, en consecuencia, crear un modesto homenaje, acorde con nuestras posibilidades, para recordar su memoria mediante la transcripción de una parte de la introducción de su novela "Arcadia Feliz" que el Ayuntamiento de Jerez recuperó en 2003 con ocasión del cuadragésimo aniversario de su muerte para "recuperar y rendir el mejor homenaje a un escritor injustamente olvidado", y cuyo prólogo fue presentado por Casto Sánchez Mellado de forma resumida y sencilla para sumergirnos en la vida, obra y muerte del autor jerezano. Y es a partir de aquí donde damos paso a sus palabras, recordando con otras escritas por Gustavo Adolfo Bécquer en su "Monte de las Ánimas":
"Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas..."
MANUEL MORENO BARRANCO
(A manera de prólogo)
Casto Sánchez Mellado
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Manuel Moreno Barranco (1932-1963) |
"Se lo llevaron detenido a la
Comisaría de Jerez de la
Frontera el 13 de febrero de
1963. Dijo a su familia que
regresaba en un rato. Manuel
Moreno Barranco nunca regre-
só. Salió moribundo de la cár-
cel de Jerez, tras nueve días de
interrogatorios, para fallecer a
las pocas horas en el Hospital
de Santa Isabel, de Jerez, el 22
de febrero de 1963. La policía
vigiló su entierro. Tenía 31
años".1
Quizás los más jóvenes desconozcan el extraordinario valor simbólico que tiene el hecho de conmemorar los cuarenta años del fallecimiento "en trágico accidente" de Manuel Moreno Barranco. Una dictadura existió no hace mucho entre nosotros en la que muchos perdieron la vida por el sólo motivo de intentar ejercerla en libertad. De esa dictadura somos herederos, nunca cómplices.
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Protesta en París en 1963 contra los asesinatos de Manuel Moreno Barranco, Julián Grimau, Francisco Granados Gata y Joaquín Delgado Martínez. |
La vida y la obra de Manuel Moreno Barranco son sin duda testimonios de una época en la que muchísimos jóvenes intelectuales se asfixiaban en una Andalucía sórdida y miserable. Como tantos otros, se marchó de Jerez a Madrid en la búsqueda de un espacio más abierto a sus aspiraciones literarias, y de Madrid a París persiguiendo la libertad a la que aspiraba en aquella España negra y hostil. Sólo pudo ver impresa una colección de seis relatos, y es que Manuel Moreno Barranco es lo que llamaríamos hoy una joven promesa de la literatura, un escritor en formación. Él mismo, en 1957, seis años antes de su muerte, escribió:
"En este combate permanente
de las letras, nosotros, soldados
bisoños en la lucha, entramos
con la fibra nueva y entera,
pero con la mínima maestría.
Al hilar de los días, cuando se
hayan asentado los desborda-
mientos primeros del río
pequeño que escondemos, se
irá sedimentando la fuerza de
su cauce y se verá si su agua es
buena o mala, potable o noci-
va".2
Su muerte violenta y prematura no sólo impidió su posterior evolución literaria, desgraciadamente le condenó a formar parte para siempre de ese grupo de autores que se quedaron en una esperanza. Y todo ello a pesar de su formidable vocación literaria, porque Manuel Moreno Barranco nos dejó una obra considerable: una novela, varias novelas cortas, un número abundante de relatos y una interesante correspondencia. La mayor parte permanece aún inédita.
En vida publicó Revelaciones de un náufrago. Cuentos 3, en 1957 en la editorial Aguilar. Colección compuesta de una novela corta, Retratos y paisajes de Carmelo Vargas, y cinco relatos: Encrucijada, Amanecer, Sin cuartel, Un marido viejo y El engaño, todos ellos ecritos en 1956.
Dadas las extraordinarias dificultades que planteaba la publicación de su obra n España. Manuel Moreno Barranco intentó desde París buscar editores e Hispanoamérica. No ha podido ser comprobado, pero es muy probable que los dos relatos que llevan por título Un empleado de banca y En la marisma, ambos escritos en Madrid en diciembre de 1958, fueran publicados en Buenos Aires a finales de 1959 o comienzos de 1960.
Tras estas dos incursiones, su obra ha permanecido en silencio cuarenta años en su casa materna de la calle Levante de nuestra ciudad. Hace sólo unos meses, el número tres de la revista digital "Pliegos de Opinión", ofrecía un adelanto del homenaje que hoy le brinda su ciudad con la publicación en el ciberespacio de otros dos relatos, los titulados El viejo y Jehová, escrito en París en julio de 1959, y La fuerza del muerto, escrito en Madrid en marzo de 1958.
La obra que permanece inédita posee una mayor dimensión: una novela La llamada, finalizada en Jerez en el mes de septiembre de 1956, un Diario de viaje, anotaciones de un viaje desde Sevilla a El Rocío de 1961 pasando por las Minas de Riotinto, y diez relatos:
La muerta (1966).
El cuarto de baño. (Madrid, mayo 1958).
El miedo. (Madrid, junio 1958).
Carta a un amigo. (Madrid, julio 1958).
La navegación de Julián. (Madrid, agosto 1958).
Paraíso negro. (Madrid, agosto 1958).
Una dama de provincias. (Madrid, octubre 1958).
En la marisma. (Madrid, diciembre 1958).
El empleado de banca. (Madrid, diciembre 1958).
El constructor de jaulas. (Madrid, diciembre 1958).
El señor coronel. (Madrid, abril 1958-París, octubre 1959).
Finalmente, entre sus pertenencias hemos encontrado una novela inacabada Bancarios y otros dos relatos, uno sin título que no parece incompleto (¡Late, late, corazón de desierto!), y otro inconcluso (La habitación estaba sumida en la penumbra).
Como se puede comprobar el legado literario de Manuel Moreno Barranco al que hemos tenido acceso se corresponde básicamente con su etapa madrileña. Sólo dos relatos, El señor coronel y El viejo y Jehová, están fechados al comienzo de su establecimiento en París. Sólo una obra acabada, Diario de viaje (1961), que no es de creación, es posterior al período indicado.
Desde 1959 a 1963 Manuel Moreno Barranco seguirá escribiendo, pero sólo hemos hallado la novela inacabada Bancarios, que suponemos estaba escribiendo en el momento de su detención y muerte. La posible obra de su etapa parisina y de su estancia en Barcelona no ha sido encontrada. Hay que hacer obligatoriamente mención al hecho de que su detención y posterior muerte en Jerez se produjo mientras disfrutaba de unas vacaciones, su intención no era otra que pasar las navidades con su familia en nuestra ciudad.
En cualquier caso sólo conservamos la obra escrita entre 1956 y 1959. Un conjunto de relatos y narraciones conservados por su familia que han de leerse teniendo en cuenta que nos encontramos ante unos textos en los que es imposible precisar si se trata de primeros borradores o de la obra acabada, sólo en algunos casos, como en la novela Arcadia Feliz, es muy evidente que estamos ante el manuscrito final, el que envió a Juan Goytisolo para su publicación.
En cualquier caso estamos ante una obra fruto de su tiempo, una obra que en general posee las características formales propias del realismo de su época, un realismo de corte social, de atmósfera asfixiante y actitud extraordinariamente pesimista.
Un buen ejemplo es Arcadia Feliz, la obra más importante de Manuel Moreno Barranco y a la que dedicó mayores esfuerzos. Una novela que, con el pretexto de contar la historia de una saga familiar, denuncia con ironía los excesos de las clases dirigentes de la dictadura, el clima general de corrupción, las extraordinarias desigualdades sociales y la miseria de los campesinos y jornaleros.
Todo ello en una ciudad imaginaria, Laverna -evidentemente Jerez-, de ambiente irrespirable, con una sociedad castradora de cualquier iniciativa, en la que la única manera de sentirse vivo es la transgresión, como manera de reafirmarse en un universo social dominado por la opresión y el aburrimiento.
"Los jóvenes, ahora, estamos
todos muertos, sólo
resucitaremos al escuchar los
primeros crujidos de esta
cloaca que se derrumba, de
este cementerio viviente que
nuestros padres nos han dado
como cuna. ¡Mira! -Sus ojos y
sus manos abarcaron el
conjunto, la pastosa calma de
los paseantes aburridos, la
inanidad de los solitarios de los
casinos, la cara
aterradoramente inexpresiva de
un colegial que pasaba- ¿ves?
Todo esto está tan tranquilo
como una tumba inmensa, todo
vive, si a eso se puede llamar
vivir, como ayer, como
anteayer, como el otro. Nada
cambia en este pueblo
santurrón e hipócrita, este
pueblo que podría ser una
maravilla si hubiera entre los
que pueden un adarme de
corazón y de cerebro. Tal como
está ahora en una ciudad en
ruinas. Todo está ruinoso,
aunque no se vean escombros.
La bancarrota la tiene muy
adentro, supurándole en las
propias entrañas".4
Una ciudad marcada por la hipocresía, en la que los personajes viven con un malestar interior que ocultan a los demás. Sólo los espacios privados se reservan a la sinceridad, los espacios públicos sirven al disimulo y a la arrogancia.
"Verás, hay tanta gente que vive
bien y se pavonea de su riqueza,
tanta gente que vive mal y se
pavonea de su riqueza también
(...). Es que se aburre uno tanto,
tan espantosamente, créeme, que
yo daría a veces un brazo por
encontrar un sentido a todo esto
que me rodea. Es tan
absurdamente idiota, tan
estúpidamente imbécil".5
Una novela de denuncia en la que, como muchas otras de su época, la óptica de los problemas resulta para el lector actual excesivamente maniquea, los caracteres resultan a veces demasiado elementales, y abundan las digresiones innecesarias.
El propio Manuel Moreno Barranco, en una carta a Antonio Pérez, dice lo siguiente sobre Arcadia Feliz:
"He escrito una novela sobre
Andalucía. La titulo
-irónicamente, claro- "Arcadia
Feliz". He intentado captar los
medios burgués y campesino
-especialmente este último-, de
Jerez de la Frontera, aunque la
acción transcurra en una ciudad
imaginaria que ya he utilizado
en otros escritos y que a mi
entender refleja con más
realidad la típica ciudad del
sur de España. Para nadie es un
secreto el problema del
latifundio andaluz. Yo he
intentado novelarlo y no soy yo
quien debe decir si el propósito
está logrado o no. Únicamente
sé que dado el enfoque general
del asunto, el manuscrito
-aparte de su posible calidad
literaria-, sería de muy difícil
publicación en España a causa
de la censura".6
Dada la imposibilidad de poder editar esta novela en España, Manuel Moreno Barranco lo intenta en "algún país de la América latina o en alguna editora que, fuera de España, publicase en español". Fue Juan Goytisolo el que envía la obra para su posible publicación a la Editorial Nuevas Generaciones de Méjico, cuyo director Ignacio Villarías adquiere el compromiso de publicarla:
"Recibí tu carta y, aunque con
retraso, te contesto,
principalmente para reiterar lo
que se le dijo a Juan Goytisolo,
que seguimos interesados en
publicar "Arcadia Feliz"; nos
interesa, en principio porque
nos ha gustado y en segundo
lugar porque estamos
dispuestos a publicar todo
aquello que no se pueda editar
en España".7
Arcadia Feliz llegó a estar en el número seis de la colección Nuevas Generaciones, como consta en la contraportada de la novela Soldado y medio de F.M. Hortas, editada en México en 1961. Tras la muerte de Manuel Moreno Barranco, la novela será sustituida y nunca se editó.
Sin duda Arcadia Feliz testimonia, tanto por su temática y estilo como por las dificultades con que se encontró su publicación, una época terrible para la cultura española.
Notas:
1En A Manuel Moreno Barranco, in memoriam, revista digital "Pliegos de Opinión", número 3. http://www.pliegosdeopinion.net//pdo3/primera/general2.htm.
2Del prólogo de Revelaciones de un náufrago.
3Revelaciones de un náufrago. Cuentos, editorial Aguilar, colección NOVA NAVIS. Madrid, 1957.
4Fragmento de Arcadia Feliz.
5Fragmento de Arcadia Feliz.
6Fragmento de la carta dirigida a D. Antonio Pérez, Molins de Rey (Barcelona), 20 de octubre de 1962.
7Fragmento de la carta de Ignacio Villarías a Manuel Moreno Barranco, 11 de febrero de 1961.
Fuentes:
Casto Sánchez Mellado ("Manuel Moreno Barranco". Introducción a la 1ª edición de "Arcadia Feliz". Ed.: Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez. 2003).
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Moreno_Barranco